Homenaje de Wim Wenders a la coreógrafa Pina Bausch. A lo largo del filme se representan algunas de las piezas más importantes de la compañía Tanztheater de Wuppertal, dirigida por Pina desde 1973, entre ellas, 'Café Müller' (1978), 'Kontakthof' (1978), 'Das Frühlingsopfer' (1975) y 'Vollmond' (2006).
La cinta ha sido rodada en tres dimensiones, una tecnología que se había utilizado hasta el momento en grandes superproducciones y en películas de animación. Ahora, el 3-D, gracias a dos alemanes, Wenders y Werner Herzog (que también ha rodado así su 'Cave of Forgotten Dreams'), también accede al campo del documental de autor.
La intención de Wenders con el 3-D era que el espectador se sintiera como si estuviera viendo el espectáculo desde la mejor posición del patio de butacas y que fuera una experiencia única. De esa forma las coreografías adquieren un poder visual y una plasticidad en la pantalla deslumbrantes.
Pina Bausch murió antes de ver terminada la cinta, en julio de 2010, a los 68 años, cuando le fue diagnosticado un cáncer, pero su legado ha quedado así para siempre plasmado en una película hermosa y mágica, de una intensidad poética arrolladora. El amor, la soledad, el miedo y la lucha de sexo fueron algunos de los temas principales sobre los que Pina basó unas coreografías que comenzaron a conocerse como "teatro- danza", en las que no solo se bailaba, sino que se expresaban los sentimientos más descarnados a través de la actuación.
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